Un excelente Phadthai en Silom.
Baan Phadthai es un hermoso restaurante que recibió un premio Michelin Bib Gourmand (el favorito de los inspectores por su buena relación calidad-precio), escondido en una de estas pequeñas calles de Bangrak entre Silom Y la orilla del río. No hace falta describir qué es el Pad Thai; ahora es un plato tan famoso que se ha convertido en el buque insignia culinario de Tailandia y un favorito desde hace mucho tiempo para muchísimos viajeros. Así que, dedicar un restaurante a un solo plato puede parecer un reto, pero es muy común en Asia centrarse en un solo plato. Si te lo preguntabas, Baan Phadthai significa "La casa del Pad Thai", y fue la decisión correcta.
El restaurante es encantador, completamente diseñado con decoración y vajilla vintage; te mantiene entretenido toda la noche: las paredes están cubiertas de puertas antiguas, carteles y letreros antiguos de una época pasada en la que nadie tenía iPhone. Las mesas, taburetes, estanterías y ventiladores te transportan a 50 años atrás, y se han seleccionado canciones pop tailandesas para realzar esta atmósfera… Funciona, sobre todo con las canciones de James Brown mal cantadas en tailandés.
El menú
Hay varios platos de Pad Thai para elegir, desde el clásico Pad Thai con gambas grandes (Phad Thai Thai Goong Yang, 250 baht) hasta el Pad Thai con pollo a la parrilla (Phad Thai Gai Yang, 190 baht) e incluso un Pad Thai vegetariano por 160 baht. El Pad Thai con cangrejo azul (Phad Thai Phoo, 280 baht) me llamó la atención.
Las porciones son más grandes que el promedio, ¡así que no se exceda al ordenar! La selección de bebidas también es divertida y original, y Baan Phadthai solo sirve cervezas tailandesas Singha y Chang a 120 baht y divertidos licores tailandeses: Thai Mojito (190 baht), Sangsom Soda (180 baht) e incluso el conocido afrodisíaco tailandés llamado ' Yadong' (180 baht), algo que debes probar, al menos para disfrutar de una divertida historia que podrás llevarte a casa.
Baan Phadthai es una buena opción de cena alternativa entre comida callejera y cenas divertidas en un restaurante bellamente decorado. Puede que no supere a su calle Phad Thai, pero tiene un encanto único.